Por el Secretario de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias de la Alimentación, Guido Roda.

Vientos nuevos y auspiciosos soplan en la UNER respecto de la Extensión Universitaria. Desde la óptica de mi experiencia como extensionista percibo una decisión política clara en el concepto de extensión y una estrategia participativa, plural y democrática.

Desde la gestión se asigna un presupuesto que hoy holgadamente supera al tradicionalmente destinado para el desarrollo de los proyectos, programas y actividades de extensión universitaria. En mi opinión, JERARQUIZAR lA Extensión no solamente se logrará con mayor Presupuesto, a esto tendremos que sumarle participación y compromiso.

Año a año se suman más docentes extensionistas y lo que es más notable,  es la creciente participación de los alumnos. En cuanto a los Docentes, en una universidad Pública no se concibe un profesor universitario, que solamente cumpla actividades académicas, deberá a su vez investigar  y sumar actividades de extensión Universitaria. Con este claro mandato expresado por el Rector de la UNER en el año 2014 al comenzar su segunda gestión, se  demuestra la decisión política de mejorar sustancialmente y jerarquizar la Extensión.

Esto se logrará Trabajando y sumando voluntades pero con un claro sentido Social. En este sentido hacer extensión significa escuchar a la sociedad y sumar acciones extramuros “con” y “para nuestra sociedad”. Escuchar demandas y aportar soluciones para mejorar calidad de vida es  la premisa de ese compromiso social que mencionaba más arriba. De nada servirían desarrollos académicos, investigaciones básicas o programas de Extensión diseñados desde adentro, si no están conectados a demandas concretas de desarrollo y asistencia de nuestra sociedad que solicita el aporte solidario de la Universidad pero fundamentalmente confía decididamente en los aportes de los Universitarios.

Por otra parte, es fundamental que los alumnos se sumen activamente al aporte solidario y participativo de la Extensión ofreciendo iniciativas desde el Área  del conocimiento Académico. Esto redundará en formar ciudadanos comprometidos que se involucren efectivamente en las problemáticas sociales de su entorno. La universidad (lo expresa su Estatuto) deberá formar ciudadanos integrales y comprometidos. La formación integral es el norte de la Universidad Pública.

Por último debo mencionar los esfuerzos e inquietudes de las Unidades Académicas de la UNER por incorporar a la Extensión Universitaria a las  Curriculas de sus carreras. Al decir de Humberto Tomassino Pro Rector de la UDELAR, la integralidad de las funciones universitarias es un desafío apasionante y relevante en cuanto a la Jerarquización de la Extensión, una suma de estrategias en Investigación, Enseñanza y Extensión que ampliarán las funciones de la Universidad Pública y consolidarán una genuina misión Institucional.

La universidad no solo debe enseñar, debe investigar y hacer Extensión. De esta manera lograremos una formación integral de nuestros Graduados.

Cuando encabezaba este material hablaba de vientos nuevos que soplaban. En realidad quiero destacar un cambio y  una profundización de la agenda de los que tienen poder de decisión en la UNIVERSIDAD PUBLICA, como políticas del Gobierno Nacional, Consejo de Rectores, Rectores, Consejos Superiores, Decanos y Consejos Directivos. Temas como Presupuesto, inserción Social de la Universidad, Formación Integral de los Alumnos, Extensión en la Curricula etc. demuestran la firme actitud para profundizar el cambio y para una mejora sustancial en calidad y cantidad de la Extensión Universitaria.

Lograremos mejor Extensión y de calidad, sumando voluntades y con un claro norte social. En esto andamos y espero que en el corto plazo los réditos se sumen para una mejor UNIVERSIDAD comprometida y organizada hacia adentro y  pero fundamentalmente SOLIDARIA  hacia afuera.