En el marco de la asignatura Prácticas Socioeducativas del nuevo plan de estudios de Ingeniería Mecatrónica y Tecnicatura Universitaria en Mecatrónica de la FCAL-UNER, un grupo de estudiantes avanzados eligió una propuesta presentada por el músico y luthier local J. Rafael Capurro a las docentes de la cátedra Paola Sinner y Celeste Stirnemann. La propuesta consistía en el diseño e impresión de instrumentos nativos utilizando las impresoras 3D con las que se cuenta en la Facultad, ubicadas en el laboratorio que coordina el docente Agustín Richard.

La idea, además, fue presentada en la convocatoria 2024 de Acciones Culturales de Extensión de la UNER, siendo coordinada por el alumno Iván Leiva Castell. A la acción se sumó, también, una estudiante de 1° año de Mecatrónica. Los objetivos de la Acción eran:

• Promover instancias de enseñanza-aprendizaje en las carreras de Ing. Mecatrónica y Tecnicatura Universitaria en Mecatrónica a través de una práctica socioeducativa.
• Acercar la cultura, específicamente la música nativa, a estudiantes de la FCAL y a estudiantes y docentes de escuelas secundarias de Concordia.
• Difundir la convivencia de la música nativa y las nuevas tecnologías con fines pedagógicos.

Los estudiantes, junto a los docentes y el luthier, trabajaron durante 2 meses y medio. Utilizaron el software Autodesk Fusion 360 para diseñar y 3 impresoras Ender 3 Pro con filamentos PLA+ (fibra sintética biodegradable) adquiridos con el financiamiento otorgado al equipo para el desarrollo de la Acción. Se diseñaron e imprimieron algunos coyok (silbato amazónico), boquillas para flautas bagualeras y amarres de 6 y 7 tubos para sikus.

Tradicionalmente, los instrumentos mencionados se confeccionan con caña de bambú o tacuara, para lo cual es necesario cosechar material de cierto diámetro y dejar estacionar por varios meses, además del curado, la afinación y el mantenimiento posterior (especialmente en zonas con gran humedad). Imprimiendo los instrumentos, o partes de ellos, se pueden obtener productos finales más económicos y duraderos, para usar con fines educativos. El gran desafío por delante es poder reutilizar plástico para alimentar a las impresoras.

En el marco de distintas jornadas realizadas en noviembre, los instrumentos obtenidos fueron entregados a dos escuelas secundarias de Concordia: la N° 19 “Generala Juana Azurduy” y la N° 32 “Osvaldo Magnasco”. En cada visita se charló con los estudiantes y sus docentes sobre la historia de la música nativa, seguido de una demostración musical realizada por el luthier, permitiendo también a los estudiantes experimentar con los instrumentos. Finalmente se proyectaron imágenes para ilustrar el trabajo llevado a cabo por el equipo de la Acción.

La experiencia fue presentada en la Facultad en la jornada de difusión organizada por la cátedra junto a las demás propuestas de los estudiantes que cursaron las Prácticas Socioeducativas.

Algunos estudiantes de Ingeniería Mecatrónica que participaron de la Acción se expresaron de la siguiente manera:

“Pude aplicar conocimientos de diseño 3D de piezas, además de conceptos de matemática, física, mecánica, termodinámica y electrónica para la puesta en marcha y mantenimiento de las impresoras 3D”.

“Aprendí a trabajar de una manera en la que no estaba acostumbrado, enfocado más en el progreso grupal antes que el individual en un ambiente empático y social”.

“Cada integrante aportó conocimiento desde su punto de vista. Se formó un grupo muy balanceado y unido que trabajó para llevar a cabo el proyecto en tiempo y forma”.

“Fue una buena experiencia. Pudimos trabajar con gente que no sabe lo que es la Ingeniería Mecatrónica, así como con compañeros en distintos niveles de conocimiento, y con la posibilidad de compartir la experiencia con alumnos de secundaria”.

“Al principio se me presentaron dificultades respecto al tema del proyecto, porque no conocía los instrumentos musicales y no sabía cómo iba a ser su proceso de diseño y creación. Dudaba que vayan a sonar, y si sonaban, no sabía si iban a ser de buena calidad. Afortunadamente, sí lo fueron”.